Como abogada de oficio que es, la maciza Subil Arch tuvo que acudir a una cárcel de máxima seguridad para tratar con dos peligrosos reclusos que le había tocado defender, el problema vino cuando se quedó a solas con ello, los chicos la agarraron a la fuerza, la metieron dentro de la celda y se aprovecharon sexualmente de ella sin que la pobre pudiera hacer nada. Al principio intentó quitárselos de encima y salir de allí corriendo, pero por lo que se ve a la mujer acabó gustándole la experiencia y terminó por disfrutar del trío interracial que los dos reclusos le regalaron.