Sara Jay estaba durmiendo con su novio cuando empezó a escuchar ruidos extraños en la cocina, como mujer valiente que es, se levantó de la cama y fue a ver que sucedía cuando de repente un ladrón la agarró por detrás y le tapó la boca para que no pudiera pedir ayuda. Ella lejos de asustarse o intentar pedir ayuda a su novio, parece que se puso cachonda al sentirse sometida, por lo que se tiró al suelo y empezó a chupársela al ladrón como una auténtica golfa. Pero la cosa no quedó ahí ni mucho menos, luego se fueron a la cama donde dormía su novio y se pusieron a follar como si llevaran toda la vida haciéndolo. ¡Menuda golfilla está hecha Sara Jay!