Tras ponerse cómoda y disfrutar del sol, Rose Monroe se fijó en como el encargado de la piscina trabajaba y al mismo tiempo se quedaba mirando su trasero. La venezolana decidió aprovechar y pedirle que le pusiese crema, especialmente a sus ricas nalgas y como no, con ello puso muy caliente al hombre. Al final, ella acabó quitándose el bikini y se zampó su enorme polla allí mismo, llegando incluso a pedirle que le follase el trasero sin descanso y al aire libre.