Quería hacer un viaje de placer y para ello, fue a un país exótico y durante una de esas noches de bares, conoció a una joven tailandesa. Era muy simpática y físicamente estaba tremenda, por lo que hizo todo lo posible por intentar ligar con ella. La chica acabó en su habitación de hotel sabiendo lo que iba a pasar, dejando que jugase con sus ricas tetitas y acariciase su coño peludo. Luego fueron a la cama y tras ponérsela dura a base de sexo oral, se puso a cuatro patas y dejó que el turista le diese duro durante toda la noche.