Los ojos ya le pesaban un poco y por eso, Holly Halston quiso hacer un alto en su trabajo, tomándose el café que le había llevado un compañero de oficina. Siempre la trata muy bien y la madurita quiso compensarle de alguna manera, aunque al principio no sabía como. Luego se fijó en como le miraba el escote y en ese momento, decidió pasar a la acción acercándose cada vez más para seducirle. No tardó en darse cuenta de la tremenda erección que le había provocado y al final, terminó chupándole la polla y quitándose la ropa para echarle un polvazo rápido e intenso sobre el escritorio de su despacho.