Si hay algo con lo que fantaseaba este chaval, era con follarse a su profesora y ya se había convertido en toda una obsesión. Así que para acabar con ello, quiso invitarla a su casa con la excusa de resolver algunas dudas, pero antes de que llegara preparó una cámara oculta. Era la excusa perfecta para quedarse a solas con ella y seducirla, consiguiendo al final su objetivo. La mujer no parecía convencida al principio, pero el morbo de follarse a su alumno fue demasiado grande y finalmente le siguió el juego, hasta dejarle penetrar su coño a cuatro patas en el sofá del salón.