Seguramente sea el interés el que ha llevado a este joven empezar una relación con una vieja ricachona, la cual le colma de regalos y lo tiene más que consentido. A ella le da igual que sea por dinero, ya que al menos en la cama le da todo lo que necesita, como podemos comprobar. La señora pudo relajarse con un masaje improvisado en el dormitorio, antes de notar como sus manos iban hacia sus tetas y empezaban a besarse. Poco a poco fueron subiendo el tono de su cita, hasta no poder evitar follar duro juntos y acabar con la señora relamiéndose cuando el yogurín se corrió en su cara.