Cada año, en esta oficina tienen la tradición de hacer una pequeña fiesta durante la última semana del año para despedirlo e intentar entrar en un año nuevo cargado de éxito. Pero por alguna razón que desconocemos, en esta ocasión la fiesta se fue de madres, y es que después de brindar con champán, los dos jefes se tuvieron que esforzar al máximo para satisfacer a todas las secretarias que tienen trabajando para ellos y que por lo que se puede ver, son unas auténticas golfas adictas al sexo intenso.